●La discapacidad auditiva es un déficit total o parcial en la percepción auditiva, que afecta fundamentalmente a la comunicación. Dependiendo del momento en el cual se produzca la discapacidad, y en función de la adecuación del proceso educativo y/o rehabilitador, se encontrarán personas que realicen lectura labiofacial y que se comuniquen oralmente u otras que se comuniquen a través del lenguaje de signos.
En esta discapacidad distinguimos entre:
-La hipoacusia, cuya pérdida es hasta 40-60dB, se define como la disminución de la percepción auditiva.
En la hipoacusia leve sólo surgen problemas de audición con voz baja y ambiente ruidoso.
En las moderadas se aprecian dificultades con la voz normal; existen problemas en la adquisición del lenguaje y en la producción de sonidos.
En las severas sólo se oye cuando se grita o se usa amplificación. No se desarrolla lenguaje sin ayuda.
Para la hipoacusia, existen aparatos de gran avance que ayudará a los niños/as a que los problemas que nacen debido a la discapacidad, sean los menos posibles.
-La sordera profunda, cuya pérdida es superior a 60dB, su percepción auditiva es prácticamente nula, incluso con amplificación. No se produce un desarrollo espontáneo del lenguaje, pudiendo oír gritos y ruidos muy fuertes.
●Trastornos graves del lenguaje, donde se puede destacar la disfasia (es la pérdida parcial) y afasia
(pérdida total) que es la pérdida del habla debida a una lesión cortical en las áreas específicas del lenguaje.
Las características de las personas con estos tipos de minusvalías sensoriales son:
-La gran dificultad en la discriminación auditiva
-Tienen una mala reacción ante los estímulos, para estas personas es necesario potenciar su organización temporal, darles normas y valores y ayudarles ya que tienen dificultad en la comprensión de actividades complejas.
Escrito por: Vanessa Álvarez
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